¡Hola! Seguramente me extrañaron, como yo a ustedes: ojos que miran, ojos que leen, ¡ojos que buscan mientras navegan en Internet!
-¡Clarisaaaaaa!
-¿Coqui?
-¿Cómo se te ocurre hacer una rima tan ridícula?
-¡Hola! No sabía que habías vuelto de tus vacaciones, Coqui.
-Sí. Y escuché perfectamente. ¡Qué bochorno! Qué manera horripilante de dirigirte a nuestas amigas y amigos. ¡Qué van a pensar de mi buen gusto con semejante amiga?
-Que te salva, Coqui. Tu amiga te salva. Mirá lo que encontré.
-¿Un tesoro escondido?
-No. Escondido nooooooo.
-Ahhhh! Tesoro sí!
-Yes. ¿Qué te parece?
-Una ventana antigua
-Sí, pero a través del vidrio...
-un árbol.
-¡Un árbol! Así a secas suena trivial... ¡Es un jacarandá en flor, Coqui! ¿No ves las flores celestes?
-Ja ja jaa ja jaaaaa Jacarandá. ¿Yyyyyyyyyyyyy?
-No seas tan obvia, Coqui. Es un departamento, un cubo habitable suspendido en el aire
-¿Empezamos otra vez con ese lenguaje ridículo?
-No es una casa con terreno y sin embargo...
-Y sin embargo....?????????
-¡Tiene jardín!
- ¿Qué jardín? ¡Prestado! El de Plaza San Martín.
-Ya sé. Pero tiene el color, los olores, los cambios de las estaciones.
-A mí me gusta mucho ese edificio
-Lindísimo como muchos de los que hay aquí en el centro de la ciudad, y los árboles, visstoss desde las ventanas, permiten tener un respiro, una sensación
-¡Bahhh!
-Sensación de bienestar, de amplitud, ¡de vida Coqui, de vida en medio del cemento!
-Sí, si. Precioso. Igual, a mí me encanta el cemento ¿Pero a donde querés llegar, Clarisa? Te dejo sola, apenas puedo irme de vacaciones y desvariás.
-¡Ay! Insensible. Mirá, mirá estos balcones y decime si un departamento así no tiene también su jardín.
-Divain!
-No seas snob. Sí es muy muy lindo. Sin bacón estaría bien igual. Mirá los árboles de la calle!
-¡Exelsior!
-Linda vista, Coqui ¿No?
-¿Linda? ¡Maravillosa!
-¡Como la de ésta terraza, Coqui! ¡Qué envidia!
-Fabulosa. ¡Quien pudiera tener un balcón así de grande!
-Cierto. Y no obstante, en Buenos Aires, por más pequeños que sean los balcones, todo el mundo trata de hacer en ellos un jardín.
-Un jardín que se vea desde los interiores, ¿no?
-Yyyyy.... Si se puede.... esa prolongación...
-Aunque sea un trozo de hormigón suspendido en el aire.
-¿Volvemos a lo mismo, Clarisa?
-¿Qué otra cosa es un balcón? Que la gente los transforme en jardines es cuestión aparte.
-Quedan muy lindos estos jardincitos ficticios
-Ficticios y no tanto. Buenos Aires, en algún punto, es una Babilonia.
-¿Jardines colgantes?
-Balcones hechos jardines, Coqui. Además de las calles parquizadas, las calles arboladas y las plazas, por supuesto.
-Wooooooooooowwwwwwwwwwwwwwwww!
-¿Divino no? El Hotel Plaza, el edificio Kavannagh, con sus balcones ajardinados y la Plaza San Martín.
Igual, aún fuera de esta plaza, por todos lados hay pequeños y no tan pequeños jardines. Mirá Clarisa, este pied a terre que acabo de recordar. Tiene un jardín fabuloso.
-¿Este qué, Coqui?
-Es un departamento en planta baja con jardín, en pleno centro de la ciudad. Mirá:
-Wooooooooooooooooowwwwwwwwwwwwww!!!!!!!!!!!!
-¿Ves porqué lo llamé pied a terre?
-¡Ahhhh, claaaaaaaaro! Es tan lindo que hay que darle un nombre francés...
-Sí. en Buenos Aires sí.
-Sos insoportablemente snob, Coqui.
-Lo único que no me gusta es que es muy sencillito adentro, Clarisa.
-Esta bien. ¿Para qué querés más? Así estas obligada a mirar para afuera y a salir.
-Mejor vayamos otra vez afuera, Clarisa.
-O.k.
-¡Verde sobre verde! ¡Qué suerte!
-¡Verde que te quiero verde! Aunque no haya balcones en muchos edificios, sobre todo en los antiguos, con una buena vista, como por ejemplo esta sobre la Avenida 9 de Julio ¿quien necesita balcones?
-Sip. Es una avenida muy ajardinada.
-Es una verde tropical, Coqui.
-Basta de ridiculeces, Clari. Mejor dejemos las cosas como están, ¿eh?
-¡Y yo que pensaba abordar el tema de la vereda tropical!
-Somos afortunadas Coqui. Los habitantes de esta ciudad aman las plantas.
-Siempre. Y en cualquier espacio, por más mínimo que sea. Pero no hace falta que me cantes "Vereda Tropical"
-Entonces confórmate con estas palmeritas. ¡Qué necia!