¿Les gustó la casa de Susana Bombal? A mí me encanta. Y opino que su habitación top es la sala de lectura, dividida en sectores de escritorio, charlas, lectura... un lujo para conectarse con la literatura en sus distintas versiones, sea entre amantes de las letras, o placenteramente solitaria.
La construcción de esa hermosa sala es contemporánea de un libro escrito en 1929 por Virginia Woolf: "El cuarto propio", conferencia acerca de las razones por las que una mujer no podía acceder a la cultura superior y sobre todo académica. Contiene las naturalizaciones que las mujeres hemos hecho sobre el sistema sexo-género y critica con inteligencia nuestra aceptación de la subordinación y el papel secundario que la sociedad nos asignaba a las mujeres en la creación de cultura. A mí me dió vuelta la cabeza y... ¡si tienen una hija es imprescindible leerlo!
Lo cierto es que Virginia, y Susana Bombal también, -evidentemente estaban ante un problema universal- descubrieron que una mujer esta demasiado comprometida por la vida familiar como para cultivarse aunque sea unas horitas diarias... ¡a menos que tenga un cuarto propio!
Según ellas -yo comparto- habremos de preservar un espacio en nuestra mente sólo de tener un espacio real o más bien un territorio marcado como personal en nuestras casas. Y como yo tengo espíritu de samaritana, comparto algunos tips que considero imprescindibles para lograr en tan deseado "cuarto propio".
Ý mi cuarto propio es este; este blog contenido en mi notebook. Un cuarto propio con salida inmediata al exterior pero donde nadie, salvo mis propios fantasmas, puede cohartarme ¡Voilá!
La construcción de esa hermosa sala es contemporánea de un libro escrito en 1929 por Virginia Woolf: "El cuarto propio", conferencia acerca de las razones por las que una mujer no podía acceder a la cultura superior y sobre todo académica. Contiene las naturalizaciones que las mujeres hemos hecho sobre el sistema sexo-género y critica con inteligencia nuestra aceptación de la subordinación y el papel secundario que la sociedad nos asignaba a las mujeres en la creación de cultura. A mí me dió vuelta la cabeza y... ¡si tienen una hija es imprescindible leerlo!
Lo cierto es que Virginia, y Susana Bombal también, -evidentemente estaban ante un problema universal- descubrieron que una mujer esta demasiado comprometida por la vida familiar como para cultivarse aunque sea unas horitas diarias... ¡a menos que tenga un cuarto propio!
Según ellas -yo comparto- habremos de preservar un espacio en nuestra mente sólo de tener un espacio real o más bien un territorio marcado como personal en nuestras casas. Y como yo tengo espíritu de samaritana, comparto algunos tips que considero imprescindibles para lograr en tan deseado "cuarto propio".
Muy buen espacio para inspirarse, solo que... quizás la lámpara este demasiado sobre la vista como para trabajar muchas horas sin que ardan los ojos ¿no? Bastante masculino para ´mi gusto. |
Otro pequeño rincón del dormitorio ¡muy elegante! |
Ý mi cuarto propio es este; este blog contenido en mi notebook. Un cuarto propio con salida inmediata al exterior pero donde nadie, salvo mis propios fantasmas, puede cohartarme ¡Voilá!