- ¡Venga mi suegra, mi cuñada, el jefe de mi marido o el vigilador de la esquina tengo que lucirme, Clarisa! ¡Sabes que eso para mí es fundamental! Sobre todo en una mesa, territorio antiguamente reservado a las mujeres más especializadas y mejor cotizadas de la sociedad. Es una distinción que aunque muchos no valorizan yo no puedo despreciar, Clarisa.
- Oka. Seguís siendo una mujer pre-posmoderna, pero yo te quiero igual. Entonces para empezar y como inspiración, esta hermosa mesa de Celedonio Lohidoy, diseñador de joyas y de mucho lo que ves aquí, Coqui:
Romántica, luminosa, colorida, transparente... cargada y ligera a la vez. ¿Ves que las flores no ocupan el centro sino los extremos? |
El conejo "encendido" acompaña aún la mesa frugal. |
-En ese caso, las servilletas dobladas como un conejito no son tan difíciles de lograr. Aquí te muestran cómo Coqui.
-¡Bla bla y bla! No seas naïve, quiero algo sencillito, no infantil. Una mesa fácil y divina.
- Entonces querés una mesa como ésta, bien fashion y trendy.
- Al fin nos entendemos, Clarisa.
Huevos duros en macetas de barro, falsos nidos y narcisos, ¡bah! cualquier flor amarilla hacia arriba sería igual. |
- ¡Genial! Se pueden pintar con fibrones ¿no?
- Obvio: la cáscara del huevo no absorbe la tinta sino muy lentamente
¡Amorosa! |
- Y no sé si te diste cuenta: ¡hay algunas servilletas dobladas como conejito!
-No seas pesada, Clarisa
-¡No soy pesada! Te estas perdiendo los centros de mesa, que pueden improvisarse con lo que haya en casa.
-¿No te gusta Coqui?
- ¡Uff! O te encaminás, o me busco otra asesora de set-table.
- ¡No necesitás impresionarme para que yo me componga! Ya te dije que igual te quiero. Y sino, mirá esta prueba de amor:
- Ridícula.
-¿No son lindos estos conejitos?
-Basta Clarisa. Mostrame algún centro de mesa que me salve.
Un árbol de Pascua. |
Una gran fuente con "cúpula" de mimbre custodiando los huevos de chocolate. Abajo, ramas de pino. |
Huevo de avestruz o huevos de pato... no importa, los huevos casi sorpresivamente "hallados" entre naturales pasturas. Una idea fácil de encerrar en una maceta. |
Un centro que se extiende a lo largo de toooodo el camino de mesa, para que ningún comensal, sobre todo si hay niños, deje de disfrutarlo. |
- Digamos que algo así. Vas rellenando huecos entre los adornos con bonitos bowls cargados de tesoros naturales. Pero también podés usar tesoros urbanos:
-Mmmmmmmmmmmm
Las cajas de cartón reciclado donde se ponen los huevos para el comercio minorista, muy mejoradas. ¿Lindo, no? |
¿Qué te parece? |
- Sí, sí. Pero no exageres, Clarisa. NO es mi estilo. Yo soy más "fashion", quiero algo más glamoroso.
-¡Ahhhhhh! buenoooooooooo, si se trata de glamour....
Pirámide de huevos teñidos sobre copones, conejos en campanas de vidrio y huevitos de chocolate con´papel dorado como servilleteros. |
- ¡O falsos árboles de huevos en falsas cáscaras de huevos!
- O falsas cáscaras de papel maché como bowls llenos de huevos en blanco y dorado. ¡Muy trendy!
_¡Ahhhhhhhhhhhhh! ¡Qué lindo! Con dos portavelas , fotos, flores, conejos, huevos... no le falta nada.
- Sí Clarisa, le falta buen gusto. ¡A mí me parece horrible!
-Entonces puede gustarte este centro de mesa, que es importante y no ocupa lugar, aunque la mesa luzca tres canastitas con huevos y unas cuantas gallinas soperas distribuidas por ahí, la araña adornada marca el eje. Y como sos tan fashion, te encantarán estas coronas que avisan a los invitados que la ceremonia viene con todo:
-¡Divain!
- Muy lindo, Clari. Con todas estas ideas, ya puedo afrontar el domingo de Pascua con otra cara. ¡Gracias! Y hasta el próximo encuentro.
- Momentito Coqui, falta lo más cool:
Un almohadón-bataraza, nuestra "gallinita ponedora" |
-Oka. Tomo la idea. Para regalarle al bebé de turno en estas Pascuas, mi sobrinita Roxi, de 3 añitos.
¡Felices Pascuas!