Fucsia es el color de los tejidos latinoamericanos. El tinte se obtiene de un insecto autóctono de América Latina, y del naranja al marrón vira a múltiples tonalidades de rojo pasando por un exclusivo rosado intenso. Colón lo llevó a Europa como prueba de la otredad de este continente. Fucsia fue el color con el que Frida Kahlo shockeó a Elsa Schiaparelli. Fucsia es identidad 100%. PIENSA EN FUCSIA
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viernes, 15 de mayo de 2015

Colecciones, o cómo lucir objetos con ganas

 
-¿Cuantos objetos forman una colección? ¿Cuantos objetos pueden exponerse sin que tu living parezca una sala de museo? ¿Nunca te preguntaste estas cosas, Clarisa?
-Jamás.
-¡Y sí! Soy yo la tonta que no pierde las esperanzas...  de que te vuelvas ordenada, estética, y porqué no glamorosa.
- ¡Porque no! Vos con tu "furor decorandis" comprás cosas que despues no sabes donde poner
-¡No te permito!
-Yo en cambio, pensé que era la loca de los guijarros hasta que ví una fotografía de la pintora Georgia O´Keeffe en su casa del desierto, en New Mexico.
  
 
 

Y me di cuenta, Coqui, que este cuerpo oculta una artista: colecciono rocas, caracoles, plumas, ramas, hojas, flores, semillas, pequeños coleópteros... mis hallazgos de vacaciones son los adornos que siempre amé.
- Que juntes despojos en terreno como Georgia O´Keeffe no te hace una esteta pero entiendo que eso ¡te inclinaría hacia un estilo eco-friendly!
-¿Te parece? Yo quería ser arqueóloga.



 
-No te hagas la importante Clarisa. ¿Era la casa de Georgia?
-Sí. Era una copada. Mirá todas esas piedras sobre la mesa.
-No me parece que se preocupara mucho por su colección. No obstante, ese living estilo Santa Fé es lo más!!!!!!!!!!!! 
 
 
 
 
-Disfrutó y compartió sus colecciones con generosidad. Y su living era muy chic.
-Yo no diría chic, Clarisa, con esas piedras así, tiradas sobre la mesa... Sí que su living estaba equilibrado, compensado, sintético...
-¡Ah! ¿Y eso no es sofisticación? ¡No subestimes el ojo de una pintora, Coqui!

 
  


-¡Ya veo! Era capaz de encontrar belleza en las cosas más insólitas.
-Quizás...lo que sí sé, es que así como los escritores y los jardines confluyen en alguna coordenada de la vida, los pintores y las colecciones de objetos ídem.
-¡Qué forma de hablar!



 
-Bueno, algunos escritores también fueron coleccionistas. Esta es la sala de estar de Pablo Neruda en su casa de la Isla Negra, con su maravillosa colección de mascarones de proa, que te miran desde los ángulos más impensados  



-Ya me mostraste el otro día la casa de Manuel Mujica Lainez.
-¡Una colección muy interesante y muy osada, Coqui!
-¡Si Manucho era de lo más "conserva" que podía existir en aquel entonces in our country!
-Noooo. Te estoy hablando de los mascarones de proa.
-Ah! Sí. Nuestro Benito Quinquela Martín también hizo la suya. Maravillosa. Mientras que de los "interior designers",  no podría afirmar lo mismo. Aunque pensandolo bien, Clarisa, el master
-¿Quien? ¿tu Deivid?
-David, sí...
 
 
Por David Hicks
  
- ...era un capo. Mirá: cacharros y cestas, artesanías populares vistiendo un rincón con simpleza y sin mucha ceremonia.
-Nunca imaginé que tu maestro podía componer algo tan "natural".
-El decoraba con piedras, caracolas...
-¡Pero no era Georgia!
-¡Por suerte! El tenía un gusto exquisito. Era un Sir inglés.
-Ah, vos también sos "conserva" ¿eh?



 
- ...aunque tenía su costado eco-friendly, él iba de lo básico a lo muy sofisticado. sobre la chimenea, una pequeña colección de caracolas, reunidas quizás sólo por su procedencia. Esta vitrina de acrílico, un must de los ´60s tardíos, contiene mucho de lo que a él le gustaba:
 
 
Por david Hicks
 
¿Ves Clarisa que era un hombre amplio? Rocas y otros tesoros marinos "puestos en valor" junto a pirámides y una escultura, distribuidos con gracia poco común. En el dormitorio que sigue, mucho más cincuentero...
 
 
 
 
 


...Hicks logró reunir en muy escaso lugar retratos, libros y algunos otros objetos... No se trata de un "gabinete de curiosidades", que es el peligro de las colecciones, sobre todo si tienen elementos naturales.
- Si... Muy lindo el mueble estilo rococó de aquí abajo, pero yo no lo pondría en mi sala.
-¡Ni yo!

 
gabinete de curiosidades
 
 
 
Lo cierto es que a Hicks, ese talento de agrupar estéticamente diversos objetos, le es más ampliamente reconocido en los "tablescapes".

 






















-¡Ahhhhh!¿Y este es un tablescape Coqui?
- No creo. Puede que sea una colección de obras de arte, pero no nos desviemos.
-Bien. Una colección puede involucrar al tablescapes y al gabinete de curiosidades, pero siempre se trata de objetos cuyas variantes responden a alguna lógica... que puede además exhibirse con belleza.
Los acumuladores de objetos le huyen al brillante "tablescape" y con facilidad asombrosa caen por una pendiente que va desde la colección hacia el gabinete de curiosidades. Mirá:




-Ok El ordenado escritorio de un acumulador, ¿no?
-Y... yo no encuentro ahí la colección, si bien no falta nada.
-¿Como estos trofeos en la cocina? No seas ridícula, Coqui.




-Para nada. Es muy original. La cantidad hace a una colección. Los trofeos se acumulan a lo largo de los primeros años y puestos en el dormitorio o en el escritorio, parecerían recuerdos sentimentales. Pero así... ¡Es una colección!
Esta, de candelabros muy diversos, esta unificada  para que se vean como un conjunto por sus velas amarillas, una idea de Federico de Vera.
-Woooowwwwwwwwwwww!



Esta otra, cruces, no necesita mayor justificativo que su concurrencia espacial para ser vista como colección.
-Cierto. Una o dos cruces en cada habitación hubiera significado otra cosa ¿no Coqui?
-Y... el desparramo de objetos iguales nunca hizo una colección.




Muchas colecciones, Clarisa, van a parar a los anaqueles de la biblioteca, porque allí  se ven bien y rompen la monolítica pesadez de los estantes llenos de libros. Es más, como en esta fotografía, suele tratarse de pequeños regalos sin una lógica clara.


Juguetes


-Bueno, los une el deseo de retenerlos, el cariño que les tenemos, las personas que nos los regalaron y cosas así.
-Podría decirse. Tengo por aquí un ejemplo de eso, las fotos de la residencia en Los Angeles de unos artistas cordobeses. Ellos tienen sus "recuerdos" de Argentina, los mates por ejemplo, mezclados con otros objetos de distinta procedencia. Decoran toda su casa, en distintos rincones, y casi sin sentido el mero hecho de su proximidad y agruparlos según su color los definiría como colección:











-¡Me encanta Coqui! Se trata de una colección verdaderamente borgiana.
-¿Estas hablando de Jorge Luis Borges, el amigo de Manucho?
-Sí
-¿Y porqué borgiana?
-Te dejo con la incógnita Coqui. Hay cosas que vos también deberías aprender.
-Sniff. Me ofendí. Ahora muestro y no explico.


canastos a la izquierda, caballos a la derecha

Insóllita colección de contenedores, dentro de una alacena

-Ya sé: siempre hay lugares, si una quiere, ¿no Coqui?.
-Suzan Slezinn reúne grupos cerámicos de muñecos en la pared del fondo, y la destaca en contraste con su color oscuro, otro truco para que se note una colección, aunque aquí no hay dudas, ¿no?.




Por David Whitcomb

-Otra lógica para reunir objetos es su material: en este caso vidrio.
-Y quizás su forma, ya que en el bahut también hay copas, pero de metal.
-Una colección de aves de corral en loza.


 
 
 
 
 -¿Estas loca Coqui? Con el dinero que debe tener esa mujer ¿poner pajarracos en la chimenea?
- Y... conocés ese dicho "cada loco con su tema"....
 
 
 
-Sí. No tengo dudas. ¿Máscaras africanas en el dormitorio? ¡Menos mal que no es el de los niños, Coqui!
-No seas prejuiciosa, Clarisa.
 
 
Lugar especialemente destinado a exhibir objetos cerámicos en un living de René Norman.
 
 
 


 
-Pues me quedo con estas máscaras y cacharros de arcilla en las peanas de un rincón del living. ¡Y con la colección borgeana!
-Otra vez. Me estas intrigando. Si no me lo decís lo voy a averiguar igual.
-O.K. Chau Coqui.
-¿Ah, sí? Yo creía que tenía una amiga. Entonces me voy cantando bajito. Hasta tu próxima duda Clarisa. Será el momento oportuno y la venganza será terrible!!!!!!!
 

viernes, 17 de abril de 2015

Arreglos florales, otoño con David Hicks.




-No puedo con esto, Clarisa: las ramas se deslizan del florero, las hojas caen y como dicen las rimas de Becquer "flor que toco se deshoja y en mi camino fatal... ay... ¡es horrible!
-El abc de los arreglos es básico para traer la naturaleza a tu interior. En otoño sobre todo. A mí me parece la más hermosa estación del año: las plantas, sin el vigor del verano muestran sus frutos, su fuerza, su sostén, viran sus colores... en suma, exciben su capacidad de trasmutación y su debilidad también.
-Sí, precioso el otoño. ¡A vos te gustará!  Yo soy conciente de que cualquier arreglo vegetal que intente es un desastre.... hay pocas flores ¿Y qué pongo en el jarrón? ¡No puedo sentarme a tomar una taza de té con mi mesita desnuda!
-¡Por favor, Coqui! Para armar un buen arreglo necesitás tener sensibilidad, gusto estético querida, un mínimo de conocimientos, paciencia, pero sobre todo... sen-si-bi-li-dad. Sino la mesa se ve desnuda por más flores que tenga. Es tan parecido a la vida humana en su enorme variedad y en sus distintas facetas, Coqui, que por eso me gusta el otoño. Quiero llevarlo a mi hogar con un arreglo otoñal.
-¿Adentro de mi living-comedor? ¡Por favor, ya!
-Justamente tu master, el number one David Hicks, usó follajes secos a rabiar y jamás vió sólo amarillo. Mirá:




- ¿Qué color ves aquí?
- ¡Amarillo!
-Dorado, Coqui. DORADO. Un maravilloso chispazo de oro suave sobre la chimenea, para acompañar los brillos del fuego invernal ¿no?
-Mmmmmm. ¡Qué, sos la literata decoradora?



-No te distraigas. ¿Que ves aquí?
- Verde salvia y blanco
-Mejorando. Para que el verde no esté solito, otro vigoroso verde acompaña en un sencillo cuenco color ámbar.



-¿Y acá'
- Acá yo veo una mesa bar espectacular.
- Nooooooo Coqui. ¡Un ramo marrón y naranja!
-¡Ramas casi peladas! Mi abuela hubiera dicho que trae mala suerte.
-No soy supersticiosa. Hay un elemento de apoyo visual: el cesto de mimbre abajo, del lado del ramo. ¡Te dije que es EL master!

- Este interior es de 1980. Tiene varios tipos de arreglos: de mesa y de piso, de flores, de ramas y de hojas, ¿notaste Coqui?
-Ahaaaaaaá.



-¿Ves acá?
- Son hojas vivas: dos ramos color verde oliva.
-Parece que el master necesitaba restaurar la simetría, ¿no? esa cualidad estética tan armónica y por sí sola generadora de belleza y confort ocular. Por la ubicación lateral de la puerta, el vajillero esta descentrado de las sillas en torno y la mesa simétricamente ordenada en la sala.
- Wowwwwwww! ¡Qué lenguaje, Clari!
 -Por supuesto. En esto la profe soy yo. A propósito ¿ves Coqui que hay colores para un arreglo otoñal?
-Hay amarillo al costado, en la mesa de arrime, distribuido en dos arreglos también.
-Un detalle que no se le podía pasar al gran David, ¿no?



-Acá veo el arco iris.
-Te me adelantaste, Coqui.
-¡Sí! pero esta cayéndose.
-Te falta cultura floral. Estos grandes ramos con ese look sauvage, característicos de Hicks, se sostienen gracias a una "tecnología". A él le encantaba incluir un toque rústico en sus decoraciones más lujosas. De hecho, este ramo lo ví en el living crema que me mostraste el otro día.
-Yo no.
-¡Coqui!
-Sólo un milagro me salvaría de que se me caiga una cosa así. Prefiero las flores.
-¿Si? Espigas diversas, hidrangeas, bayas, hojas secas, escaramujos
- ¿Escaram... qué?



-Esto Coqui, los frutos de las rosáceas.
-¿De las qué?
-Ufff! Tu ignorancia botánica me agota. Los escaramujos son las bolitas que quedan cuando caen los pétalos de las rosas, son sus frutos. Muy decorativos, los hay de muchos colores.
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! ¿Qué haría yo sin vos, Clarisa?
-Lo mismo que ahora, Coqui. Pero peor.
-¡Jaja, sí, claro!
-El asunto es que estos grandes ramos de tipo europeo, cuyo rasgo principal es el volumen, lo lleno, se sostienen con sus grandes tallos principales y fijate: tal como dicen los manuales, Hicks les da el doble de altura que el florero. Y tienen "Flores robustas para floreros acampanados" ¿ves?  La relación es directa: a flores gordas y redondas, contenedores bajos y de boca ancha, a flores medianas, floreros idem, a espigas y flores en vara, vasos altos y sutiles.





-"Agapanthus sin tallo" para cuenquitos gorditos. Y se ve muy bien en estas fotos que cuanto más pequeño es el contenedor, menos flores. Eso se llama proporción y equilibrio, Clarisa.




-Sí. Aquí, en un sólo tablescape de Hicks, esas relaciones estan bien visibles.
-Igualmente, Clarisa, el´gran David no tenía reglas fijas. Hacía lo que su ojo privilegiado le pedía. Un capo capaz de armar un tablescape casi exclusivamente con arreglos florales.
- Entonces: para un arreglo muy grande tenemos ramas principales más robustas, ramas secundarias y hasta terciarias pequeñas para grandes arreglos, distintos verdes y/o florecitas mínimas de relleno, siempre.
-Flores dirás, no ramas, Clarisa.
-Digo ramas porque no son necesarias las flores. Los grandes ramos de Hicks lo tienen todo, variedad de formas y colores, porque  la boca ancha del contenedor da esa posibilidad: para que un arreglo se sostenga requiere que las ramas secundarias sean más cortas que las principales y se ubiquen en la boca algo horizontalmente, cruzándose con las anteriores. Así comienza a sujetarse todo, Coqui, como en este arreglo fantástico.




-¿De David? ¡Qué variedad de colores!
-Espigas diversas y girasoles, es bien campestre. Coqui: habrás notado como buena interieur-design que sos, que el contenedor es un prosaico balde de cinc sobre una lujosísima mesa de mármol.
- Sí!!!!! y la combinación de colores y texturas es perfecta. Pero vos ¿desde cuando conocés a master Hicks?
- Los arreglos florales y los jardines me llevaron a él. Un genio sin "espuma floral", aunque si la tenés, el trabajo se facilita enormemente.
-¿Y que es eso?
-La venden en florerías, la cortas con cuchillo y la probás en la boca del florero sin que sobresalga por su borde, que encaje bien y no se mueva. Luego la sacás y sumergís en agua hasta que deje de burbujear (la prueba de que esta completamente hidratada) y volvés a colocarla en su lugar. Con los tallos cortados en bisel podés perforarla perfectamente. Así cortados absorven más agua.



-Sin duda, Clarisa. No distingo bien las flores.
- En este arreglo todo apunta hacia abajo ¿y no es divino?
-Divain divain. Puro contraste, que de algún modo es como poner color donde no lo hay tanto. Aunque yo preferiría rosas.



  
-Tan genio que este rincón parece decorado según las reglas del feng-shui.
-Rincón peligroso y difícil, Clarisa, si los hay. Sé lo que te digo. ¿Ves como se mete la habitación en esa esquina que parece esconderse? Y Hicks no sólo lo ocupó, sino que aminoró los ángulos con las formas orgánicas e irregulares del busto, la silla y el arreglo floral, sino que además lo "iluminó" con mucho blanco, marfil, y el vapor dorado de ese ramo enorrrrrrrme...¿verdad?
- Por eso te digo que parece un rincón feng-shui.
-Esa especie de espuma blanca es simplemente genial.



-Y estas pequeñas bayas rojas, en un living blanco y negro son perfectas ¿no?
-¡Ciertamente! Tendríamos que detenernos en sus "tablescapes" ¿no?
-La próxima, Coqui. Sigamos con la tecnología floral.



-¡Mi flor, y en una de las famosas salas rojas del gran David!
-Sí Coqui, y uno de sus arreglos must: un vaso de vidrio con algunas rosas, ¿para qué más? Te recuerdo que la rosa es una flor de invierno y que las hay de muchos colores.




-Aquí un típico ramo en forma de cúpula, como sabrás. Redondo, a doble altura de un contenedor mediano y ancho, con las flores más altas en el medio y disminuyendo hacia los bordes, rosas amarillas y rosadas, tono sobre tono con los adornos dorados generando en conjunto luz, luz y más luz.




-Otra vez, uno de tantos trucos del gran David: multiplicar pequeños arreglos bajos, sencillos, pero que en conjunto...
-En conjunto wowwwww.
-Lo dijiste vos, no yo.
-Es que ahora noto que un solo ramo grande se hubiera salido de escala. En cambio así, no hay un ramito insignificante, sino varios que se dan apoyo, y entonces las flores son para esta mesita lo que deben ser: un toque. Y además Clarisa, hay fresias, muy de moda en los años ´60, dorados para David Hicks.





-Living setentista, con dos arreglos: uno en armonía con los sillones y otro de acento en el tono de las cortinas.
-¡Qué alumna tengo! Muy bien. Porque los arreglos florales son una excusa perfecta para introducir una pequeña nota de color, Clarisa.



-¡El mismo truco! Floreros simétricos pero un ramo de cada color, para no dar tanto peso al rojo.
-Ahá.




-Acá también flores, con el mismo propósito.
-Así es Clarisa. Vas captando.
-Capto que nunca cedés la batuta. Entonces te voy a pedir algo.
-Sí, encantada, si puedo ayudarte, con mucho gusto.
-Hay un libro que el gran David dedicó a los arreglor florales. dicen que es una biblia sobre el tema. Ya que estas tan empeñada en que yo aprenda, me lo podrías regalar, ¿no Coqui?
-¿Yo? ¿A mí?¡Me estas haciendo pagar el peso del saber!
-No. El de la soberbia, Coqui. El saber no tiene precio, la soberbia si.
-Toucheé. Admito que gracias a vos seguiré frente a mi mesita tomando el té aún en invierno. Alguna espiga, escaramujo, rosa u hoja peremne la adornará.
Y para que no pienses que no soy generosa, me acompañarás parloteando de algo que el gran maestro Hicks nos inspire. ¿Te parece bien así?
-Muy bien, sí.