Fucsia es el color de los tejidos latinoamericanos. El tinte se obtiene de un insecto autóctono de América Latina, y del naranja al marrón vira a múltiples tonalidades de rojo pasando por un exclusivo rosado intenso. Colón lo llevó a Europa como prueba de la otredad de este continente. Fucsia fue el color con el que Frida Kahlo shockeó a Elsa Schiaparelli. Fucsia es identidad 100%. PIENSA EN FUCSIA

viernes, 17 de abril de 2015

Arreglos florales, otoño con David Hicks.




-No puedo con esto, Clarisa: las ramas se deslizan del florero, las hojas caen y como dicen las rimas de Becquer "flor que toco se deshoja y en mi camino fatal... ay... ¡es horrible!
-El abc de los arreglos es básico para traer la naturaleza a tu interior. En otoño sobre todo. A mí me parece la más hermosa estación del año: las plantas, sin el vigor del verano muestran sus frutos, su fuerza, su sostén, viran sus colores... en suma, exciben su capacidad de trasmutación y su debilidad también.
-Sí, precioso el otoño. ¡A vos te gustará!  Yo soy conciente de que cualquier arreglo vegetal que intente es un desastre.... hay pocas flores ¿Y qué pongo en el jarrón? ¡No puedo sentarme a tomar una taza de té con mi mesita desnuda!
-¡Por favor, Coqui! Para armar un buen arreglo necesitás tener sensibilidad, gusto estético querida, un mínimo de conocimientos, paciencia, pero sobre todo... sen-si-bi-li-dad. Sino la mesa se ve desnuda por más flores que tenga. Es tan parecido a la vida humana en su enorme variedad y en sus distintas facetas, Coqui, que por eso me gusta el otoño. Quiero llevarlo a mi hogar con un arreglo otoñal.
-¿Adentro de mi living-comedor? ¡Por favor, ya!
-Justamente tu master, el number one David Hicks, usó follajes secos a rabiar y jamás vió sólo amarillo. Mirá:




- ¿Qué color ves aquí?
- ¡Amarillo!
-Dorado, Coqui. DORADO. Un maravilloso chispazo de oro suave sobre la chimenea, para acompañar los brillos del fuego invernal ¿no?
-Mmmmmm. ¡Qué, sos la literata decoradora?



-No te distraigas. ¿Que ves aquí?
- Verde salvia y blanco
-Mejorando. Para que el verde no esté solito, otro vigoroso verde acompaña en un sencillo cuenco color ámbar.



-¿Y acá'
- Acá yo veo una mesa bar espectacular.
- Nooooooo Coqui. ¡Un ramo marrón y naranja!
-¡Ramas casi peladas! Mi abuela hubiera dicho que trae mala suerte.
-No soy supersticiosa. Hay un elemento de apoyo visual: el cesto de mimbre abajo, del lado del ramo. ¡Te dije que es EL master!

- Este interior es de 1980. Tiene varios tipos de arreglos: de mesa y de piso, de flores, de ramas y de hojas, ¿notaste Coqui?
-Ahaaaaaaá.



-¿Ves acá?
- Son hojas vivas: dos ramos color verde oliva.
-Parece que el master necesitaba restaurar la simetría, ¿no? esa cualidad estética tan armónica y por sí sola generadora de belleza y confort ocular. Por la ubicación lateral de la puerta, el vajillero esta descentrado de las sillas en torno y la mesa simétricamente ordenada en la sala.
- Wowwwwwww! ¡Qué lenguaje, Clari!
 -Por supuesto. En esto la profe soy yo. A propósito ¿ves Coqui que hay colores para un arreglo otoñal?
-Hay amarillo al costado, en la mesa de arrime, distribuido en dos arreglos también.
-Un detalle que no se le podía pasar al gran David, ¿no?



-Acá veo el arco iris.
-Te me adelantaste, Coqui.
-¡Sí! pero esta cayéndose.
-Te falta cultura floral. Estos grandes ramos con ese look sauvage, característicos de Hicks, se sostienen gracias a una "tecnología". A él le encantaba incluir un toque rústico en sus decoraciones más lujosas. De hecho, este ramo lo ví en el living crema que me mostraste el otro día.
-Yo no.
-¡Coqui!
-Sólo un milagro me salvaría de que se me caiga una cosa así. Prefiero las flores.
-¿Si? Espigas diversas, hidrangeas, bayas, hojas secas, escaramujos
- ¿Escaram... qué?



-Esto Coqui, los frutos de las rosáceas.
-¿De las qué?
-Ufff! Tu ignorancia botánica me agota. Los escaramujos son las bolitas que quedan cuando caen los pétalos de las rosas, son sus frutos. Muy decorativos, los hay de muchos colores.
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! ¿Qué haría yo sin vos, Clarisa?
-Lo mismo que ahora, Coqui. Pero peor.
-¡Jaja, sí, claro!
-El asunto es que estos grandes ramos de tipo europeo, cuyo rasgo principal es el volumen, lo lleno, se sostienen con sus grandes tallos principales y fijate: tal como dicen los manuales, Hicks les da el doble de altura que el florero. Y tienen "Flores robustas para floreros acampanados" ¿ves?  La relación es directa: a flores gordas y redondas, contenedores bajos y de boca ancha, a flores medianas, floreros idem, a espigas y flores en vara, vasos altos y sutiles.





-"Agapanthus sin tallo" para cuenquitos gorditos. Y se ve muy bien en estas fotos que cuanto más pequeño es el contenedor, menos flores. Eso se llama proporción y equilibrio, Clarisa.




-Sí. Aquí, en un sólo tablescape de Hicks, esas relaciones estan bien visibles.
-Igualmente, Clarisa, el´gran David no tenía reglas fijas. Hacía lo que su ojo privilegiado le pedía. Un capo capaz de armar un tablescape casi exclusivamente con arreglos florales.
- Entonces: para un arreglo muy grande tenemos ramas principales más robustas, ramas secundarias y hasta terciarias pequeñas para grandes arreglos, distintos verdes y/o florecitas mínimas de relleno, siempre.
-Flores dirás, no ramas, Clarisa.
-Digo ramas porque no son necesarias las flores. Los grandes ramos de Hicks lo tienen todo, variedad de formas y colores, porque  la boca ancha del contenedor da esa posibilidad: para que un arreglo se sostenga requiere que las ramas secundarias sean más cortas que las principales y se ubiquen en la boca algo horizontalmente, cruzándose con las anteriores. Así comienza a sujetarse todo, Coqui, como en este arreglo fantástico.




-¿De David? ¡Qué variedad de colores!
-Espigas diversas y girasoles, es bien campestre. Coqui: habrás notado como buena interieur-design que sos, que el contenedor es un prosaico balde de cinc sobre una lujosísima mesa de mármol.
- Sí!!!!! y la combinación de colores y texturas es perfecta. Pero vos ¿desde cuando conocés a master Hicks?
- Los arreglos florales y los jardines me llevaron a él. Un genio sin "espuma floral", aunque si la tenés, el trabajo se facilita enormemente.
-¿Y que es eso?
-La venden en florerías, la cortas con cuchillo y la probás en la boca del florero sin que sobresalga por su borde, que encaje bien y no se mueva. Luego la sacás y sumergís en agua hasta que deje de burbujear (la prueba de que esta completamente hidratada) y volvés a colocarla en su lugar. Con los tallos cortados en bisel podés perforarla perfectamente. Así cortados absorven más agua.



-Sin duda, Clarisa. No distingo bien las flores.
- En este arreglo todo apunta hacia abajo ¿y no es divino?
-Divain divain. Puro contraste, que de algún modo es como poner color donde no lo hay tanto. Aunque yo preferiría rosas.



  
-Tan genio que este rincón parece decorado según las reglas del feng-shui.
-Rincón peligroso y difícil, Clarisa, si los hay. Sé lo que te digo. ¿Ves como se mete la habitación en esa esquina que parece esconderse? Y Hicks no sólo lo ocupó, sino que aminoró los ángulos con las formas orgánicas e irregulares del busto, la silla y el arreglo floral, sino que además lo "iluminó" con mucho blanco, marfil, y el vapor dorado de ese ramo enorrrrrrrme...¿verdad?
- Por eso te digo que parece un rincón feng-shui.
-Esa especie de espuma blanca es simplemente genial.



-Y estas pequeñas bayas rojas, en un living blanco y negro son perfectas ¿no?
-¡Ciertamente! Tendríamos que detenernos en sus "tablescapes" ¿no?
-La próxima, Coqui. Sigamos con la tecnología floral.



-¡Mi flor, y en una de las famosas salas rojas del gran David!
-Sí Coqui, y uno de sus arreglos must: un vaso de vidrio con algunas rosas, ¿para qué más? Te recuerdo que la rosa es una flor de invierno y que las hay de muchos colores.




-Aquí un típico ramo en forma de cúpula, como sabrás. Redondo, a doble altura de un contenedor mediano y ancho, con las flores más altas en el medio y disminuyendo hacia los bordes, rosas amarillas y rosadas, tono sobre tono con los adornos dorados generando en conjunto luz, luz y más luz.




-Otra vez, uno de tantos trucos del gran David: multiplicar pequeños arreglos bajos, sencillos, pero que en conjunto...
-En conjunto wowwwww.
-Lo dijiste vos, no yo.
-Es que ahora noto que un solo ramo grande se hubiera salido de escala. En cambio así, no hay un ramito insignificante, sino varios que se dan apoyo, y entonces las flores son para esta mesita lo que deben ser: un toque. Y además Clarisa, hay fresias, muy de moda en los años ´60, dorados para David Hicks.





-Living setentista, con dos arreglos: uno en armonía con los sillones y otro de acento en el tono de las cortinas.
-¡Qué alumna tengo! Muy bien. Porque los arreglos florales son una excusa perfecta para introducir una pequeña nota de color, Clarisa.



-¡El mismo truco! Floreros simétricos pero un ramo de cada color, para no dar tanto peso al rojo.
-Ahá.




-Acá también flores, con el mismo propósito.
-Así es Clarisa. Vas captando.
-Capto que nunca cedés la batuta. Entonces te voy a pedir algo.
-Sí, encantada, si puedo ayudarte, con mucho gusto.
-Hay un libro que el gran David dedicó a los arreglor florales. dicen que es una biblia sobre el tema. Ya que estas tan empeñada en que yo aprenda, me lo podrías regalar, ¿no Coqui?
-¿Yo? ¿A mí?¡Me estas haciendo pagar el peso del saber!
-No. El de la soberbia, Coqui. El saber no tiene precio, la soberbia si.
-Toucheé. Admito que gracias a vos seguiré frente a mi mesita tomando el té aún en invierno. Alguna espiga, escaramujo, rosa u hoja peremne la adornará.
Y para que no pienses que no soy generosa, me acompañarás parloteando de algo que el gran maestro Hicks nos inspire. ¿Te parece bien así?
-Muy bien, sí.





jueves, 9 de abril de 2015

El living perfecto

¡Otra vez el problema de los sillones! Escuchaba a Coqui refunfuñar con su otro yo, la "interieur design". Yo tenía que retapizar y allí estaba mi amiga: con sábanas y trapos de distintos colores, metro en mano haciendo pruebas de lugar y color en mi living.
-¡Amiga! tragué saliva dispuesta a una nueva "deco-sesión"o a su "deco-manía".
-No te permito que llames "manía" a mis desvelos por la perfección, Clarisa.
-¿Y cómo llamarías a esta invasión en mi living?
-Inestimable Ayuda Desinteresada.
-¡AHhhhhhh...! Entonces avanti, porque estoy estancada, indecisa, desorientada.
-Vamos al must de los livings, al imbatible, incomparable, elegante, chic, acogedor, cálido...
-Dale Coqui, no seas vueltera.
-...el TOP de los tops de toooodos los tiempos... el Living Color Crema.



Aquí tenés un ejemplo de John Saladino, el decorador preferido de los Obama.

-¡No me vengas con imposibles, Coqui!!!!!!!!!
-O.k. entonces...

-¡Qué aburrido!
-Posible, Clarisa, posible y minimalista, limpio y moderno. No tan sencillito y fácil como parece. Poco y armonioso, una buena síntesis.
-Demasiado sintético para mi gusto.





Ok. ¿Y qué te parece este living de Muriel Brandolini?
-¿No dirás que es aburrido, no? Claro que la Brandolini es exótica, pero
experta. El crema es éxito seguro, no importa el estilo, Clarisa.
-Evidencia que el crema es tan sobrio que permite ser audaz: y cualquier mix, por más osado que sea, no le quita serenidad.



Mirá lo que hace Jackie Lanham con el más puro estilo victoriano y sus esperables lozas en azul y blanco, sus cuadros y muebles orientales. Esta "lavado" o actualizado gracias al crema. No me parece muy bonito, pero la ausencia de rojos y verdes, de encajes y pasamanerías, así como la claridad total en contraste extremo con el negro son suficientes para invertir la ecuación: lo antiguo parece aquí introducido en una habitación moderna.

-  Es la magia de la decoración y de ese color crema tan ligado a ella en los últimos 60 años ¿no es cierto, Coqui?
- En realidad no sé. La industria química y sus brillantes colores es reciente, Clarisa. ¡Antes los muros eran casi todos blancos, se pintaban a la cal y gracias!



Dentro de la onda antigua-moderna, Jeffrey Billhuber elige "cortar" el color crema con los complementarios violetas y adyacentes amarillos. Las pasamanerías, el empapelado a cuadros y la distribución de los muebles hacen que este living se vea muy inglés pese a lo atrevido que es en diseño y toques de color.



Aquí tenés otro living menos antiguo, más clásico y también moderno.

-Bueno, este sí es aburrido. ¡Es tan prolijo, Coqui!
- Casi. Rompe su monotonía esa escultura junto a la ventana, esa cabeza gigante y fuera de escala,  truco "nuevo" que se esta imponiendo. ¿Y este otro clásico, de un maestro de maestros, qué te parece?


Los tonos pasteles dan variación acentuando la dulzura y suavidad del conjunto. Si bien la distribución de este living es muy tradicional, la pintura moderna y el tapizado a cuadros beige le quitan pomposidad, igual que el piso alfombrado de pared a pared, el sofá de lineas muy simples y la moderna  mesita de patas cromadas y tapa de vidrio, un clásico de Billy Baldwin, también autor de esta sala genial.
-Me parece wooowwww
-¡Ah! ¿Consideramos entonces los livings crema?
-Por uno o dos impactantes no me voy a casar todavía.
-¿Ah, sí? Ahí van.


Albert Hadley, otro maestro, invirtió la fórmula: puso en este living modernísmo muebles clásicos que "desaparecen" gracias a su gris neutro. Resalta lo que le interesa: la luz del crema. Un mix vigente desde los ´60s que tiene de todo menos aburrimiento y que pese a la cantidad de muebles y objetos, luce bastante minimalista gracias a la limpieza de sus muros.



Tampoco se priva del living crema otro de los capos del color, Eric Cohler. Al contrario, lo destaca: con el tapizado en cebra y unos pocos toques de beige.


El gran David Hicks fué uno de sus promotores, con sus avanzados livings para los ´60s.
- El fundador de la decoración moderna, Clarisa.
-¡Todos esos potiches color crema del fondo son muy originales!
-Son uno de sus inventos, los potiches gigantes y sin dibujos, igual que las mesitas de patas lisas y rectas, la mezcla de objetos valiosos y no, de antigüedades con muebles modernos... En fin Clarisa, ya hablaremos algún día sólo de él, porque no acabaría nunca.

El lado opuesto del mismo living, donde podés ver´con qué tranquuilidad y frescura Hicks introduce
algunos shocks de colores netos y vivos,


-¿Te vengo convenciendo, Clarisa?


Un fan de los contrastes con un living crema muy calmo, clásico y actual en los sillones de diseño mid-century y en los detalles de la habitación, Frederic Mechiche.


La diosa de las mezclas y el color  Kelly Weartsler tampoco se sustrajo al encanto y la paz del living crema para su propio hogar en Malibu.. Aquí cambia sus ya conocidos colores variados y atrevidos por un mix de texturas que constituye
la gracia de una sala casi monócroma.


Martyn Lawrence Burrel diseñó este living de influencia marroquí, donde el color crema sirve para que se destaquen los muebles exóticos sin aparecer sobrecargado ni étnico. ¡Gran idea!




Este living de Peter Marino me encanta. Dinámico, actual con toques setentistas, armonioso, lleno de sorpresas y muy acogedor, el crema proporciona la base neutra necesaria para destacar una multitud de pequeños detalles interesantes. Hace de fondo, el comedor en negro y divide así el ambiente, al mismo tiempo que el techo pintado igual que las escasas paredes compensa la superficie oscura del suelo.

Ultramoderno pero muy muy acogedor, también por Peter Marino. Una combinación difícil de lograr, sobre todo si tenemos en cuenta las dimensiones y altura de la sala y su aspecto "cerrado" sin sensación de agobio. El color crema funciona aquí como un cálido y  sereno marco qeu guarda en armonía y cohesión las obras de arte con la madera del techo y el piso.

Bastante más austero, este living es funcional y muy sintético aunque igualmente cálido.
También de Peter Marino, ¿un fanático del living crema? Lo maneja realmente muy bien.

Un fabuloso living crema de Melvin Dwork, un genio de los setenta. El crema se acentúa aquí con el naranja. 


De un decorador en alza en EEUU, Terry Hunziker, uno de sus livings rústico-urbanos.
El crema es tan sobrio que aminora el impacto de lo rústico.

También para un living mucho más rústico es un color ideal porque no oculta ni compite con detalles y materiales de construcción. Los muebles no son rústicos salvo la mesa de arrime, pero la habitación mantiene su carácter bien definido sin que la rusticidad opaque la sofisticación del conjunto. Los candelabros transformados en veladores ayudan mucho a la sensación de conservado-recuperado de todo rústico actual. Por Jaqkie Lanham

En un sector de un loft, Lázaro Rosa Violan, decorador maximalista que mezcla todo sin complejos pero con muy buen gusto, tampoco desprecia la luz, sencillez y sobriedad del crema, aún para los ambientes más sofisticados.


-¿Es posible que un color tan bobo sea tan maravilloso?
-A las pruebas te remito, Clarisa.
-Pensandolo bien, lo mismo me pasa con vos, Coqui: que no por boba dejás de maravillarme.
-Por si pretendías disminuirme, interpreto tu frase como una imagen de que soy tan perfecta como el color crema. ¡Salud!






jueves, 2 de abril de 2015

Tu mesa de pascuas, fase previa.



-  ¡Venga mi suegra, mi cuñada, el jefe de mi marido o el vigilador de la esquina tengo que lucirme, Clarisa! ¡Sabes que eso para mí es fundamental! Sobre todo en una mesa, territorio antiguamente reservado a las mujeres más especializadas y mejor cotizadas de la sociedad. Es una distinción que aunque muchos no valorizan yo no puedo despreciar, Clarisa.
- Oka. Seguís siendo una mujer pre-posmoderna, pero yo te quiero igual. Entonces para empezar y como inspiración, esta hermosa mesa de Celedonio Lohidoy, diseñador de joyas y de mucho lo que ves aquí, Coqui:


Romántica, luminosa, colorida, transparente... cargada y ligera a la vez.
¿Ves que las flores no ocupan el centro sino los extremos? 

El conejo "encendido" acompaña aún la mesa frugal. 
- De sencillita no tiene nada, Clarisa, y como bien vos dijiste, si yo soy pre-posmoderna (¡glup!) te imgainarás que no es mi intención poner un conejo de luz... Me gustaría una mesa bien burguesa, algo memorable. Mejor dicho, una mesa para que me recuerden a mí, Clari. I-NOL-VI-DA-BLE pero fácil, muy fácil, ultrafácil y bien sencillita si es posible.



-En ese caso, las servilletas dobladas como un conejito no son tan difíciles de lograr. Aquí te muestran cómo Coqui.
-¡Bla bla y bla! No seas naïve, quiero algo sencillito, no infantil. Una mesa fácil y divina.




- Entonces querés una mesa como ésta, bien fashion y trendy.
- Al fin nos entendemos, Clarisa.


Huevos duros en macetas de barro, falsos nidos y narcisos, ¡bah! cualquier flor amarilla hacia arriba sería igual.
 
- ¿Y te diste cuenta que los huevos tienen la inicial de los comensales?
- ¡Genial! Se pueden pintar con fibrones ¿no?
- Obvio: la cáscara del huevo no absorbe la tinta sino muy lentamente


¡Amorosa!
 
- ¿Amorosa? ¡Por su, toda en tonos pasteles, espectacular con esa bandeja para masas llena de huevitos de chocolate!
- Y no sé si te diste cuenta: ¡hay algunas servilletas dobladas como conejito!
-No seas pesada, Clarisa
-¡No soy pesada! Te estas perdiendo los centros de mesa, que pueden improvisarse con lo que haya en casa.




-¿No te gusta Coqui?
- ¡Uff! O te encaminás, o me busco otra asesora de set-table.
- ¡No necesitás impresionarme para que yo me componga! Ya te dije que igual te quiero. Y sino, mirá esta prueba de amor:

 
 
- ¿Ves? estoy más que preparada para la acción. ¡Manos a la obra!
- Ridícula.
-¿No son lindos estos conejitos?
-Basta Clarisa. Mostrame algún centro de mesa que me salve.

Un árbol de Pascua.
- ¡Seguís naïve, Clarisa!


Una gran fuente con "cúpula" de mimbre custodiando los huevos de chocolate. Abajo, ramas de pino.

Huevo de avestruz o huevos de pato... no importa, los huevos casi sorpresivamente "hallados" entre naturales pasturas. Una idea fácil de encerrar en una maceta.  
- O.K. Ya veo: en la onda que venías diciendo: todo lo que trajiste de tu paseo por las islas del Tigre, más o menos distribuido con gusto y combinando los colores.


Un centro que se extiende a lo largo de toooodo el camino de mesa, para que ningún comensal, sobre todo si hay niños, deje de disfrutarlo.

- Digamos que algo así. Vas rellenando huecos entre los adornos con bonitos bowls cargados de tesoros naturales. Pero también podés usar tesoros urbanos:

 
- Como esta huevera de alambre.
-Mmmmmmmmmmmm


Las cajas de cartón reciclado donde se ponen los huevos para el comercio minorista, muy mejoradas. ¿Lindo, no? 


¿Qué te parece?
 
-Te acordás lo que te dije en "Sorpresa de Pascuas" sobre las cáscaras de huevos?
- Sí, sí. Pero no exageres, Clarisa. NO es mi estilo. Yo soy más "fashion", quiero algo más glamoroso.
-¡Ahhhhhh! buenoooooooooo, si se trata de glamour....


Pirámide de huevos teñidos sobre copones, conejos en campanas de vidrio y huevitos de chocolate con´papel dorado como servilleteros.

 

- ¡O falsos árboles de huevos en falsas cáscaras de huevos!




- O falsas cáscaras de papel maché como bowls llenos de huevos en blanco y dorado. ¡Muy trendy!


 
 
_¡Ahhhhhhhhhhhhh! ¡Qué lindo! Con dos portavelas , fotos, flores, conejos, huevos... no le falta nada.
- Sí Clarisa, le falta buen gusto. ¡A mí me parece horrible!
 
 
 
 
-Entonces puede gustarte este centro de mesa, que es importante y no ocupa lugar, aunque la mesa luzca tres canastitas con huevos y unas cuantas gallinas soperas distribuidas por ahí, la araña adornada marca el eje. Y como sos tan fashion, te encantarán estas coronas que avisan a los invitados que la ceremonia viene con todo:
 
 
-¡Divain!
 
 
 
 
- Muy lindo, Clari. Con todas estas ideas, ya puedo afrontar el domingo de Pascua con otra cara. ¡Gracias! Y hasta el próximo encuentro.
- Momentito Coqui, falta lo más cool:
 
 
Un almohadón-bataraza, nuestra "gallinita ponedora"

-Oka. Tomo la idea. Para regalarle al bebé de turno en estas Pascuas, mi sobrinita Roxi, de 3 añitos.
¡Felices Pascuas!